REFLEXIONES
SOBRE LAS TENDENCIAS DEL CAPITAL EN LA AGRICULTURA Y LOS DESAFÍOS DEL MOVIMIENTO
CAMPESINO DE AMÉRICA LATINA
João Pedro Stedile [1]
Presentación
Este texto tiene como objetivo
presentar de forma sucinta un aporte para la reflexión y debate de las
principales características de la actuación del capital sobre la agricultura, y
en especial a través de las empresas transnacionales.
Hay una lógica natural del
funcionamiento del capitalismo, ahora en su fase dominada por el capital
financiero, que actúa sobre la agricultura. Hay características específicas determinadas
por la actual crisis del capital financiero. Esto está trayendo consecuencias para la
organización de la producción agrícola y para la vida de los campesinos y
campesinas. Y generando también
contradicciones que necesitamos entender para actuar sobre ellas.
Presentamos los
principales elementos de lo que podría ser un programa campesino para la agricultura,
en especial para los países del hemisferio sur, en dónde predomina todavía la
forma campesina de vivir en el campo, y dónde se sufre más las consecuencias dominantes
del capital internacional sobre la tecnología, la producción y el comercio
agrícola.
En la última parte se
presentan algunos desafíos organizativos y políticos que el movimiento
campesino necesita enfrentar y superar, a nivel local e internacional, en la
actual correlación de fuerzas desfavorable, cuando el capital internacional
está a la ofensiva por el dominio de la naturaleza, de la producción y de los
bienes agrícolas.
Este análisis es
realizado a partir de la realidad vivida en América Latina, y en especial en
Brasil, por el dominio del capital sobre la agricultura, y a partir de las
experiencias de lucha y de resistencia de los movimientos campesinos y de sus
reflexiones y debates de cómo enfrentar al capital con un modelo alternativo,
popular y campesino.
_________________
[1]Miembro de la Coordinación Nacional
del MST – Brasil y de La
Vía Campesina. Agosto de 2010.
SUMARIO
PRESENTACIÓN
I - LAS TENDENCIAS DEL CAPITAL SOBRE LA AGRICULTURA
1. Los movimientos del capital en la actual fase
hegemonizada por el capital financiero y a nivel internacional.
2. La crisis reciente del capital financiero y sus
consecuencias sobre la agricultura
3. La situación actual del control de las empresas
transnacionales y del capital financiero sobre la agricultura.
4. El Modelo del capital para la agricultura: el
agronegocio.
II - LAS CONTRADICCIONES
DEL CONTROL DEL CAPITAL SOBRE LA AGRICULTURA, EN ESPECIAL EN EL HEMISFERIO SUR
III - UN NUEVO PROGRAMA CAMPESINO PARA LA AGRICULTURA
IV - DESAFÍOS
POLÍTICOS Y ORGANIZATIVOS DE LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS DE AMÉRICA LATINA
I - LAS
TENDENCIAS DEL CAPITAL SOBRE LA
AGRICULTURA
1. LOS
MOVIMIENTOS DEL CAPITAL EN LA
ACTUAL FASE HEGEMONIZADA POR EL CAPITAL FINANCIERO Y A NIVEL
INTERNACIONAL
El desarrollo de
producción capitalista pasó por varias fases. A inicios del siglo XV puso en marcha el
capitalismo mercantil, después evolucionó hacia el capitalismo industrial en el
siglo XVIII y XIX. En el siglo XX se
desarrolló como capitalismo monopolista e imperialista. En las últimas dos décadas estamos viviendo
una nueva fase del capitalismo, ahora dominada por el capital financiero
globalizado. Esta fase significa que la
acumulación del capital, de las riquezas, se concentra básicamente en la esfera
del capital financiero. Pero ese capital
financiero necesita controlar la producción de las mercancías (en la industria,
en las minerías y agricultura) y controlar el comercio a nivel mundial, para
poder apoderarse de la plusvalía producida por los trabajadores agrícolas en general.
El capital financiero
internacionalizado pasó a controlar la agricultura a través de varios
mecanismos:
a) El primero se da a
través del excedente del capital financiero, los bancos pasaron a comprar
acciones de cientos de medianas y grandes empresas que actuaban en diferentes
sectores relacionados con la agricultura. Y, a partir del control de mayor parte de las
acciones, promovió entonces un proceso de concentración de las empresas que
actuaban sobre la agricultura. En pocos
años, esas empresas tuvieron un crecimiento fantástico de capital por la
inversión hecha por el capital financiero, pasaron a controlar los más
diferentes sectores relacionados con la agricultura, como: comercio, producción
de insumos en general, máquinas agrícolas, agroindustrias, medicamentos, herbicidas,
herramientas etc. Es importante
comprender que fue un capital acumulado fuera de la agricultura, pero que
aplicado sobre ella, aumentó rápidamente la velocidad del proceso de
crecimiento y concentración, que por las vías naturales de acumulación de
riqueza de las mercancías agrícolas llevaría años...
b) El segundo mecanismo
de control fue a través del proceso de dolarización de la economía mundial. Eso permitió que las empresas se aprovechasen
de tasas de cambio favorables y entrasen en las economías nacionales y pudiesen
comprar fácilmente empresas y dominar los mercados productores y el comercio de
productos agrícolas.
c) El tercer mecanismo
fue obtenido a través de las reglas del libre comercio impuestas por los
organismos internacionales, como la Organización Mundial
de Comercio (OMC), Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), y
acuerdos multilaterales, que normaron el comercio de productos agrícolas de
acuerdo con los intereses de las grandes empresas y obligaron a los gobiernos
serviles a liberar el comercio de esos productos. Con esto, las empresas transnacionales pudieron
entrar en los países y controlar el mercado nacional de los productos e insumos
agrícolas en prácticamente todo el mundo.
d) El cuarto mecanismo
fue el crédito bancario. En
prácticamente todos los países el desarrollo de la producción agrícola se
encuentra cada vez más dependiente de insumos industriales y, por lo mismo, a
merced de la utilización de crédito para financiar la producción. Y esos créditos permitieron financiar la
ofensiva de ese modo de producción de la “agricultura industrial” y sus
empresas productoras de insumos. O sea,
los bancos financiaron la implantación y el dominio de la agricultura
industrial en todo el mundo.
e) Y, por último, en la
mayoría de los países, los gobiernos abandonaron las políticas públicas de
protección del mercado agrícola nacional y de la economía campesina. Liberalizaron los mercados y aplicaron
políticas neoliberales de subsidios, justamente, para la gran producción
agrícola capitalista. Esos subsidios
gubernamentales se implementaron sobre todo a través de exenciones fiscales, en
las exportaciones o importaciones, y en la aplicación de tipos de interés
favorables a la agricultura capitalista.
De esa lógica de dominio
del capital financiero sobre la producción agrícola, tuvimos como resultado que
en dos décadas ahora hay aproximadamente 50 grandes empresas transnacionales que
controlan la mayor parte de la producción y del comercio agrícola mundial.
2.
LA CRISIS RECIENTE
DEL CAPITAL FINANCIERO Y SUS CONSECUENCIAS PARA LA AGRICULTURA Y LOS
BIENES DE LA NATURALEZA
Durante los años
1990-2008, se tuvo la ofensiva del capital financiero sobre la agricultura y en
los últimos años se agravó con una situación coyuntural de crisis del capital
financiero en Estados Unidos y en Europa.
Esta crisis del capital
financiero está agudizando todavía más los efectos del control del capital
internacional sobre las economías periféricas, sobre la agricultura y la
economía campesina. Esto viene
aconteciendo por diversas razones:
a) Los grandes grupos
económicos del hemisferio norte, frente a la crisis, a las bajas tasas de interes
por alla practicadas (alrededor de 0,2% al año), a la inestabilidad del dólar y
de sus monedas, huyeron del hemisferio norte y corrieron hacia la periferia,
buscando proteger sus capitales volátiles, y entonces invertieron, en activos
fijos, como: tierra, minerías, materias primarias agrícolas, agua, territorios
con elevada biodiversidad, inversiones productivas y producción agrícola. Y también en el control de fuentes de energías
renovables, sean las hidroeléctricas o las centrales de etanol.
b) La crisis del precio del
petróleo, y sus consecuencias sobre el calentamiento global y el medio
ambiente, condujo a que el complejo automovilístico-petrolero pase a invertir
grandes sumas de capital en la producción de agro-combustibles. Sobre todo en la producción de caña y maíz
para el etanol, y de soja, maní, ricino y palma de aceite (palma africana) para
aceite vegetal. Esto produjo una
verdadera ofensiva del capital financiero y de las empresas transnacionales
sobre la agricultura tropical del sur.
c) El tercer movimiento
resultante de la crisis coyuntural es que esos capitales financieros se
dirigieron a las bolsas de mercancías agrícolas y de minería, para invertir sus
activos y así especular en el mercado
futuro o simplemente transformar el dinero en mercancías del futuro. Este movimiento generó una elevación exagerada
en los precios de los productos agrícolas negociados por las empresas en las
bolsas mundiales de mercancías.
Los precios medios de
los productos agrícolas a nivel internacional ya no tienen más relación con el
costo medio de producción y el valor real medido por el tiempo de trabajo
socialmente necesario. Ahora son
resultado de los movimientos especulativos y del control oligopólico de los
mercados agrícolas por esas grandes empresas.
3.
LA SITUACIÓN ACTUAL
DEL CONTROL DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES Y DEL CAPITAL FINANCIERO SOBRE LA AGRICULTURA
Hay muchos aspectos que
se podrían analizar sobre la situación y consecuencia de la acción de las
empresas sobre la agricultura. Aquí,
vamos a analizar tan sólo los aspectos económicos.
a) Hubo una
concentración del control de la producción y del comercio mundial de los
productos agrícolas, por parte de pocas empresas que dominan esos productos en
todo el mundo, en especial los productos agrícolas que son estandarizables,
como granos y lácteos. Y dominan toda la
cadena productiva de los insumos y máquinas utilizadas en la agricultura.
b) Hubo un proceso
acelerado de centralización del capital. Es decir, una misma empresa pasó a controlar
la producción y comercio de un conjunto de productos y sectores de la economía.
Como, por ejemplo, la fabricación de
insumos agrícolas (fertilizantes químicos, venenos, herbicidas), maquinaria
agrícola, fármacos, semillas transgénicas y una infinidad de productos oriundos
de la agroindustria, sea alimenticia, sea de cosméticos y productos superfluos.
c) Hay una simbiosis
cada vez mayor dentro de una misma empresa, entre el capital industrial,
comercial y el capital financiero.
d) Hay un control casi
absoluto sobre los precios de los productos agrícolas y de los insumos
agrícolas, a nivel mundial. Aunque los
precios deberían tener su base en el valor real (tiempo de trabajo medio
necesario), el control oligopólico de los productos conduce a que se impongan precios
por encima del valor, y así las empresas obtienen lucros extraordinarios. Es así como llevan a la quiebra a los pequeños
y medianos que no consiguen producir en los mismos niveles de escala que las
empresas internacionales controlan.
e) Hay una hegemonía de
las empresas sobre el conocimiento científico, la investigación (que exige cada
vez mayores volúmenes de recursos), y sobre las tecnologías aplicadas a la
agricultura, que impone en todo el mundo un modelo tecnológico, la llamada “agricultura
industrial”, dependiente de insumos producidos fuera de la agricultura. Ese modelo es presentado como si fuera la
única, la mejor y la más barata forma de producir en la agricultura e ignora
las técnicas milenarias del saber popular y de la agroecología.
Esa hegemonía de las
empresas es decurrente de la ausencia de los Estados en la inversión en
investigación agropecuaria. A lo largo
del siglo XX, muchos Estados nacionales invertían recursos públicos en la
investigación agropecuaria, cuyos resultados eran democratizados y accesibles a
todos los agricultores de aquel país. Ahora
el conocimiento y la investigación fueron privatizados y sus resultados son
usados como mercancía para obtener mayores tasas de ganancia. Y en la mayoría de los casos, incluso, las
empresas cobran regalías a los agricultores, por el uso de nuevas tecnologías,
que están encajadas en los elevados precios de las semillas con modificaciones
genéticas o en los elevados precios de las maquinas agrícolas y herbicidas colocados
en el mercado.
f) Hubo una imposición
de la propiedad privada de las empresas sobre los bienes de la naturaleza, en
especial sobre las semillas modificadas genéticamente, y ahora más
recientemente sobre las fuentes de agua potable para la población y depósitos
para energía o irrigación. También hay
una ofensiva en el intento de privatizar territorios en el hemisferio sur que
tienen riqueza de biodiversidad vegetal y animal.
g) Hubo una exagerada
concentración de la producción de los productos agrícolas, en especial los
destinados al mercado externo, por un número cada vez menor de grandes
propietarios de tierra aliados a las empresas. El caso de Brasil es ilustrativo, cerca del
10% de todos los establecimientos agrícolas del país controlan 80% del valor de
la producción.
h) Está en curso una
peligrosa estandarización de los alimentos humanos y animales en todo el mundo.
La humanidad está siendo inducida a
alimentarse cada vez más con verdaderas “raciones” estandarizadas por las
empresas. La comida se transformó en una
mera mercancía, que necesita ser consumida de forma masiva y rápidamente. Esto trae consecuencias incalculables con la
destrucción de los hábitos alimenticios locales, de la cultura, y riesgos para
la salud humana y de los animales.
i) Hay un proceso
generalizado en todo el mundo de la perdida de la soberanía de los pueblos y de
los países sobre los alimentos y el proceso productivo, por la
desnacionalización de la propiedad de las tierras, de las empresas, de las
agroindustrias y del comercio, de la tecnología, poniendo en riesgo la
soberanía nacional como un todo. Ya
existen más de 70 países que no consiguen producir más lo que sus pueblos
necesitan para alimentarse.
j) Se implantaron
grandes extensiones de cultivos de árboles en plantaciones industriales de monocultivo de
eucalipto, pinos y palma-africana, etc., destinados a la producción de
celulosa, madera o agroenergía, que están afectando gravemente el medioambiente
por la destrucción total de la biodiversidad y las capas freáticas del agua
subterránea.
k) Se construyó una
alianza maquiavélica en los países del sur, entre los intereses de los grandes
propietarios de tierra, latifundistas y hacendados capitalistas criollos, con
las empresas transnacionales. Esa
alianza está imponiendo el modo de agricultura industrial en todo el hemisferio
sur, de forma muy rápida y concentrando la propiedad de la tierra de forma
asombrosa. Está destruyendo y haciendo
inviable la agricultura campesina y despoblando el interior de nuestros países.
En ese modelo de agricultura se utiliza la
mecanización intensiva y herbicidas, que expulsa mano de obra, provocando la
migración de grandes contingentes de la población rural.
l) Está en circulación
una nueva re-división internacional de la producción y del trabajo, que condena
a la mayor parte de los países del hemisferio sur a que sean meros exportadores
de materias primas agrícolas y minerales.
m) La mayor parte de los
gobiernos, aunque elegidos en procesos electorales tenidos como democráticos,
son en realidad conducidos, por la fuerza de la lógica del capital y por todo
tipo de manipulación mediática, a ser gobiernos serviles a esos intereses. Sus políticas agrícolas se tornaron totalmente
subalternas a los intereses de las empresas transnacionales. Abandonaron el control del Estado sobre la
agricultura y los alimentos. Abandonaron
políticas públicas de apoyo a los campesinos.
Abandonaron las políticas públicas de soberanía alimentaría y de
preservación del medio ambiente local.
4.
EL MODELO DEL CAPITAL PARA LA
AGRICULTURA : EL AGRONEGOCIO
En resumen se puede
decir que el capital y sus propietarios-capitalistas, representados por los
grandes propietarios de tierras, bancos y empresas nacionales y
transnacionales, están aplicando en todo el mundo el llamado modelo de producción
del agronegocio (agrobusiness), que se caracteriza sucintamente, por: organizar
la producción agrícola en la forma de monocultivo (un solo producto) en escalas
de áreas cada vez mayores; uso intensivo de máquinas agrícolas, en escala cada
vez mayores, expulsando la mano de obra del campo; la práctica de una
agricultura sin agricultores; la utilización intensiva de venenos agrícolas,
los agrotóxicos, que destruyen la fertilidad natural de los suelos y sus
micro-organismos, contaminan las aguas en la capa freática e inclusive la
atmósfera al adoptar los defoliantes y secantes que se evaporan en la atmósfera
y regresan con las lluvias. Y. sobre
todo, contaminan los alimentos producidos, con consecuencias gravísimas para la
salud de la población. Usan cada vez más
semillas transgénicas, estandarizadas, y atacan el medioambiente con sus
técnicas de producción que buscan sólo mayor tasa de lucro, en menor tiempo.
Ese modelo de producción
que busca la producción de dólares y commodities, y no de alimentos, pasa a
dominar y utilizar cada vez más tierras fértiles para la producción también del
agrocombustible para “alimentar” los tanques de los automóviles del transporte
individual, y la plantación industrial de monocultivo de árboles para la celulosa (destinada al envase de la
industria) y energía en la forma de carbón vegetal.
II.
LAS CONTRADICCIONES DEL CONTROL DEL CAPITAL SOBRE LA AGRICULTURA , EN
ESPECIAL EN EL HEMISFERIO SUR
La descripción del poder
económico sobre la agricultura, la naturaleza y los productos agrícolas asusta
a todos! Y puede llevar a un pesimismo
sobre la posibilidad de revertir tal situación, tan grande es la fuerza que el
capital internacional y financiero ejerce sobre ellos.
Sin embargo, todos esos procesos
económicos y sociales traen consigo contradicciones. Y son esas contradicciones que generan
revueltas, indignación, efectos contrarios que llevarán a su superación a medio
plazo.
Se destaca aquí, algunas
de esas contradicciones del dominio del capital sobre la agricultura y de la
naturaleza, para poder entenderlas, y actuar sobre ellas, para provocar los
cambios necesarios.
1.
El modelo de producción de la agricultura industrial
es totalmente dependiente de insumos, como los fertilizantes químicos y los
derivados del petróleo, que tienen límites físicos naturales de escasez de
reservas mundiales de petróleo, potasio, caliza y fósforo. Por lo tanto, tiene su expansión limitada a
mediano plazo. Y tiene sus costos/precios
por encima del valor real.
2.
El control oligopólico de parte de algunas empresas sobre los alimentos ha generado
precios por encima de su valor, y eso
provocará hambre y revuelta de la población impedida de su acceso, por falta de
renta. O sea, condicionar el alimento simplemente
a las tasas de lucro, traerá a corto plazo graves problemas sociales, ya que la
población más pobre y hambrienta no tendrá renta suficiente para convertirse en
consumidora de los alimentos transformados en meras mercancías. La
FAO (organismo de las Naciones Unidas para la agricultura y la
alimentación) reveló que más de mil millones de seres humanos pasa hambre todos
los días. Por primera vez en la historia
de la humanidad alcanzamos tal magnitud de hambrientos. Sin embargo la producción de alimentos crece
sistemáticamente.
3.
El capital internacional está controlando y privatizando la propiedad de los
recursos naturales, representados por la
tierra, agua, bosques y biodiversidad. Y
eso afecta la soberanía nacional del país, y va a provocar la reacción de
amplios sectores sociales contrarios, no sólo de los campesinos.
4.
La agricultura industrial se basa en la necesidad del uso cada vez mayor de agro
tóxicos, como forma de ahorrar mano de obra y de
establecer monocultivos a gran escala. Eso
produce alimentos cada vez más contaminados, que afectan la salud de la población.
Y las poblaciones de la ciudad, que
tienen más acceso a la información ciertamente reaccionarán. (Las clases ricas ya se están protegiendo y en
las redes de grandes supermercados aumenta cada vez más el consumo de productos
alimenticios producidos de forma orgánica.)
5.
El modo de producir a gran escala expulsa la mano de obra del medio rural,
y hace que aumente las poblaciones en las periferias de las grandes ciudades. Esas poblaciones no tienen alternativa de
empleo y renta. Y eso genera una
contradicción por el incremento de la desigualdad social y del éxodo rural en
todos los países del mundo.
6.
Las empresas están ampliando la agricultura basada en las semillas transgénicas.
Pero al mismo tiempo, aumentan las
denuncias y quedan más visibles las consecuencias de las semillas transgénicas
sobre la destrucción de la biodiversidad, sobre el clima y los riesgos para la
salud humana y de los animales. Y están
apareciendo cada vez más las reacciones de la naturaleza a esa homogenización de
la vida vegetal, ya que las semillas transgénicas contaminan a las demás y no
pueden convivir con otras especies semejantes. Por otro lado, surgen nuevas enfermedades y
plantas que resisten a los venenos usados combinados con las semillas
transgénicas.
7.
La agricultura industrial, del monocultivo, destruye sistemáticamente toda la biodiversidad.
Y la
destrucción de la biodiversidad altera el régimen de las lluvias, el clima y
contribuye al calentamiento global. Esa
contradicción es insustentable y las poblaciones de la ciudad empezaron a darse
cuenta y exigir cambios.
8.
La privatización de la propiedad de las aguas sea de los ríos y lagos,
o del agua subterránea, aumentará el precio y restringirá el consumo para las
poblaciones de baja renta; además, traerá graves consecuencias sociales. En diversos países del continente americano,
las tres mayores empresas del sector: Nestlé, Coca-cola y Pepsi ya poseen el
control de la mayor parte del mercado del agua potable vendida en botellas.
9.
El aumento de la compra de tierras por las empresas extranjeras
y su desnacionalización de forma incontrolable trae contradicciones en la
soberanía política de los países.
10.
La ampliación y el uso de la agricultura industrial para la producción de los agro-combustibles,
amplía todavía más el monocultivo, el uso de fertilizantes de origen petrolero
y no resuelven el problema del calentamiento global y de la emisión de gas
carbónico. La causa principal de ese
problema es el crecimiento del uso del transporte individual en las grandes
ciudades, estimulado por la ganancia de las empresas automovilísticas. Por lo tanto, el fomento de la agricultura de
agro-combustibles no resolverá el problema, sólo se agravará, por sus efectos
perversos en la destrucción de la biodiversidad.
11.
El proyecto de redivisión internacional del trabajo y de la producción
transforma muchos países del hemisferio sur en meros exportadores de materias
primas, haciendo inviable los proyectos de
desarrollo nacional, que puedan garantizar empleo y distribución de renta para
sus poblaciones. Eso va a generar
concentración de renta, paro y migración hacia los países del hemisferio norte.
12.
Las empresas del agro, aliadas con el capital financiero, están avanzando
también en la concentración y centralización de las redes de distribución de
supermercados, con el oligopolio
mundial de las redes Wal-Mart, Carrefour, etc. Ese proceso va a destruir miles de pequeños
almacenes y comerciantes locales, generando consecuencias sociales
incalculables.
13.
La agricultura industrial necesita utilizar cada vez más hormonas y
medicamentos industriales para la producción
masiva de animales para el matadero, en menor tiempo, como aves, ganado y
porcinos. Y eso está generando consecuencias
en la salud de la población consumidora.
14.
Los grandes propietarios de tierra no controlan más el proceso de producción y
los márgenes de ganancia. Ellos son rehenes de las empresas que
controlan la producción y el comercio. Por
eso la mayor parte de la ganancia queda con las empresas en la esfera del
comercio. Para compensar esa división de
su tasa de ganancia, los capitalistas del agro aumentan la explotación de los
trabajadores asalariados, imponen el trabajo estacional, temporal, con empleo por
sólo algunos meses por año. ¡Y en
diversos países está resurgiendo formas de trabajo análogas al trabajo esclavo,
de superexplotación, donde los sueldos no son suficientes para la reproducción
humana y quedan siempre debiendo a los “patrones”! Aumenta también la explotación del trabajo
femenino e infantil, sobre todo en los períodos de cosecha de productos que
exigen mucha mano de obra, estimulando la migración de trabajadores temporales,
sin garantizarles ningún derecho social.
15.
En el modelo de dominio del capital sobre la agricultura no hay alternativas de
empleo y renta para la juventud. Y eso es una enorme contradicción, pues si un
sector productivo no cuenta con la juventud, no tendrá futuro.
16.
Inmensas regiones del interior de los países están quedando deshabitadas,
como si la única forma de supervivencia humana fuera la aglomeración de la
población en las grandes ciudades. Y
allá, en tan grande concentración demográfica las condiciones de vida empeoran
cada vez más. ¡Se practica una
agricultura sin personas! El ejemplo más
ilustrativo de esa contradicción es que hoy en Estados Unidos la población
carcelaria es más grande que la población que vive en un medio rural.
III-
UN NUEVO PROGRAMA CAMPESINO PARA LA AGRICULTURA
En la literatura de la
economía política y de la sociología hay mucha confusión sobre la expresión y
concepto de lo que es campesino. En
general, su referencia es utilizada asociada a la formas de producción del
pasado, en función del origen de clase pre-capitalista de los campesinos. En la historia del capitalismo industrial, el
capital utilizó de diferentes formas de convivencia y explotación del trabajo
agrícola campesino para su lógica de acumulación. En general se combinó las dos
formas clásicas y contradictorias, pero dialécticas: la destrucción y Al mismo
tiempo la reproducción de las formas campesinas.
En el movimiento de La Vía
Campesina internacional, estamos acumulando debates y teorías que proponen, un
nuevo modelo de organización agrícola, basada en la hegemonía de los
trabajadores del campo, que viven en la condición de campesinos. Pero las formas de organizar ese nuevo modelo
dependen de las condiciones objetivas, de las fuerzas productivas y de la
naturaleza de cada país, y del grado de expresión social de ese segmento de los
trabajadores.
Llamamos nuevo programa,
porque en realidad es un programa popular, anti-capitalista, anti modelo de
dominio del capital. Un nuevo modelo de producción bajo control de los
trabajadores, para que produzcan en función de las necesidades y de los
derechos de todo el pueblo.
Es prácticamente
imposible sistematizar en un único enunciado las propuestas que los movimientos
campesinos en cada país han defendiendo como plataforma alternativa de modelo
agrícola. Eso porque que cada país tiene sus especificidades naturales, de las
fuerzas productivas, de las clases y de la correlación de fuerzas.
El objetivo aquí es senalar
las principales banderas y propuestas que representan un resumen de lo que a
nivel de América latina, ha aparecido como propuestas del movimiento campesino
para un nuevo modelo de organización de la producción agrícola en sus países.
1.
Implementar un programa de producción agrícola e hídrico, que priorice la
soberanía alimentaría de cada país, con la producción de alimentos sanos.
Eso significa que los estados deben desarrollar políticas de estimulo y de
apoyo que permitan, que cada región de su país pueda producir todos los
alimentos que la población necesita.
Y así se alcanzaría la
soberanía de alimentos en todos los países. Ese debe ser el objetivo principal
y prioritario de cualquier programa de desarrollo agrícola y rural: garantizar
la soberanía alimentaría de su pueblo.
Y el comercio agrícola
internacional se reduciría al intercambio entre los países de aquellos
productos excedentes o complementarios de la canasta básica de los hábitos
alimenticios de cada pueblo. Ese debe
ser el objetivo principal de la organización de la producción agrícola en cada
país y de todos los países del mundo.
2.
Impedir la concentración de la propiedad privada de la tierra, de los bosques y
del agua. Hacer una amplia distribución de las más
grandes haciendas, instituyendo un límite de tamaño máximo de la propiedad de
bienes de la naturaleza. La esencia de
la reforma agraria debe ser la amplia democratización del acceso de los
trabajadores, de los campesinos, de la población que viven en el medio rural
para la posesión y el uso de la tierra, del agua y de los bienes de la
naturaleza.
3.
Adoptar sistemas de producción de los alimentos basados en la diversificación
de la agricultura. Es decir, el monocultivo destruye el
equilibrio de la naturaleza e impone el uso de agro tóxicos. Debemos desarrollar prácticas de agricultura
diversificada en todas las áreas para que tengamos producción y trabajo a lo
largo de todo el año, y producidos de forma equilibrada entre la biodiversidad
y el medio ambiente.
4.
Adoptar técnicas de producción que busquen el aumento de la productividad del
trabajo y de la tierra, respetando el ambiente y la biodiversidad.
Combatir el uso de agrotoxicos, que
contaminan los alimentos y la naturaleza. Esas técnicas han recibido, en
general, la denominación de prácticas agroecológicas aunque, en cada país hay
expresiones diferenciadas para explicitar los mismos métodos de producción.
5.
Desarrollar la organización de agroindustrias en pequeña y mediana escala, en
la forma de cooperativas, bajo control de los trabajadores industriales y de
los campesinos que producen su materia prima.
La agroindustria es una necesidad del mundo moderno para poder conservar
los alimentos y transportarlos a las ciudades.
Pero debemos garantizar que las agroindustrias estén bajo control de los
trabajadores y campesinos para que la renta del mayor valor agregado a los
productos sea distribuida entre los que trabajan. Y a la vez, adoptando menor escala, se puede
diseminar por todas las regiones y municipios rurales, generando más
oportunidades de empleo y renta para los jóvenes del medio rural, más abiertos a
trabajar en esos emprendimientos agroindustriales.
6.
Adopción de maquinas agrícolas que reduzcan el grado de esfuerzo físico de las
personas, pero que se adecuen mejor al
medioambiente, y por lo tanto deben ser en escalas menores y adaptadas a la
estructura agraria campesina, de pequeñas y de medianas escalas de producción.
7.
La producción de alimentos de cada país debe ser controlada por las fuerzas
sociales del propio país, sean los gobiernos, las empresas y trabajadores en
general y campesinos. Se
debe impedir que empresas extranjeras controlen la producción de insumos
agrícolas y alimentos en cualquier país.
8.
Defender una “política de deforestación cero” preservando la naturaleza
y usando los recursos naturales de forma adecuada y en favor del pueblo que
allá vive. Es posible producir los
alimentos necesarios para la población local, en todos los países del mundo,
sin necesidad de destruir ninguna hectárea más de biomasa de bosques o de
cobertura vegetal nativa.
Exigir que los gobiernos
promuevan planes masivos de reforestación con árboles nativos y frutales en
todas las áreas ya degradadas de nuestros países.
9.
Preservar, difundir y multiplicar las semillas nativas y mejoradas, de acuerdo
con nuestro clima y biomasa, para que todos los agricultores tengan acceso e impedir
la difusión de las semillas transgénicas. Los agricultores tienen el derecho y
el deber de producir sus propias semillas, controlarlas y tener acceso a
tecnologías que puedan mejorarlas genéticamente, adecuándolas a las biomasa
locales y a la búsqueda de una mayor productividad.
10. Asegurar que el agua, como un bien de la
naturaleza sea un derecho de todo ciudadano.
No puede ser una mercancía y debe ser
gerenciala como un bien público, accesible a todos y todas. Defendemos un
programa de preservación de nuestros acuíferos (capas freáticas en el
subsuelo), y todas las fuentes naturales existentes en nuestros países. De igual manera, los estados deben
desarrollar políticas de reforestación en los márgenes de ríos y lagos, y de
protección de las nacientes del agua, como también desarrollar políticas de
almacenamiento adecuados de las aguas de las lluvias.
11.
Implementar un proyecto energético popular para el país,
basado en la soberanía energética y garantizar el control de la energía y de
sus fuentes al servicio del pueblo. Eso
significa que en cada pueblo, cada municipio y región de nuestros países pueden
desarrollar la producción y distribución de la energía a partir de las fuentes
renovables, no agresoras ni depredadoras, como son las fuentes
agro-combustibles, de represas, eólicas y solar. La soberanía energética de un pueblo es el
control que debe tener sobre las fuentes de energía y la producción renovable,
que necesita y utiliza.
12.
Garantizar la posesión, uso y legalización de todas las tierras/territorios de
las comunidades nativas, indígenas y tradicionales, y respeto a sus culturas.
En todos los países hay
innumerables comunidades nativas, que de acuerdo con la cultura local son
denominadas como pueblos indígenas, comunidades nativas o comunidades
autóctonas. En el caso brasileño y de otros países que sufrieron con la “plantation” con trabajo
esclavo, hay diversas comunidades afrodescendientes remanentes de la esclavitud
(conocidas en Brasil como Quilombos), que viven en territorios ocupados hace
decenas de años, pero no legalizados. Esas
comunidades resistieron de todas las formas al avance de la propiedad privada y
del capitalismo.
(Plantation fue la forma de
organizar el agro en las colonias, que mesclava, grandes extensiones de tierra,
monocultivo, trabajo esclavo y destinada al mercado europeu)
Es fundamental para la
construcción de un nuevo modelo de producción agrícola y de ocupación
democrática del territorio, que todas esas comunidades estén aseguradas por el
estado, con sus derechos históricos sobre los territorios, tierras y bienes de
la naturaleza que ocupan.
13.
Prohibición de que cualquier empresa extranjera sea propietaria de tierras en
cualquier país del mundo.
Como parte de la internacionalización
del capitalismo a través de las empresas transnacionales y financiadas por el
capital financiero hay una ofensiva en la compra de tierras, en la mayor parte
de los países del hemisferio sur, por empresas imperialistas del norte; o algunas
veces hasta las mismas grandes empresas del hemisferio sur, que actúan también
en minería e hidroeléctricas, celulosa etc.
Es fundamental que se
prohíba la desnacionalización de la propiedad y uso de las tierras y bienes de
la naturaleza, (como el agua, la biodiversidad, la minería) por parte de esas
empresas extranjeras. La soberanía de
los pueblos debe ser asegurada, impidiendo el control del territorio por
empresas extranjeras de cualquier país.
14.
Promover el desarrollo de políticas públicas para la agricultura, por medio del
Estado, que garanticen:
a) Prioridad para la
producción de alimentos para el mercado interno;
b) Precios rentables a
los pequeños agricultores, garantizando la compra a través de diversos
mecanismos estatales o sociales.
c) Una política de
crédito rural, en especial para la inversión de los pequeños y medianos
establecimientos agrícolas;
d) Una política de
investigación agropecuaria controlada por el estado, que priorice la
investigación sobre la producción de alimentos y técnicas agroecológicas y que
den amplio acceso a los agricultores y democratice sus resultados a toda la
población.
e) Adecuar la
legislación sanitaria de la producción agroindustrial a las condiciones de la
agricultura campesina y de las pequeñas agroindustrias, ampliando las
posibilidades de producción de alimentos;
f) Que las Políticas
públicas para la agricultura estén adecuadas a las realidades regionales de
cada país.
15.
Garantizar la políticas de seguridad social para toda población del medio rural,
de carácter público, universal y solidario para que todos los trabajadores y
trabajadoras tengan acceso a los servicios de salud pública, seguridad social y
jubilación.
En la mayoría de
nuestros países los campesinos y los trabajadores/as rurales, temporales o
permanentes están excluidos de los sistemas públicos de salud, y de la
seguridad social, que representa una posibilidad de jubilación y auxilio social. Por eso es fundamental que se universalice
esos servicios y las políticas de seguridad social a toda población del campo. ¡Las conquistas que la clase obrera obtuvo
tras años de largas luchas en el siglo XX deben ser extendidas a todo medio
rural!
16.
Rever el actual modelo de transporte individual,
en vigor en la mayoría de los países, que es altamente contaminante y puede
generar distorsiones con la producción de combustible de origen agrícola.
Se debe desarrollar un
programa nacional de transporte colectivo, que priorice los sistemas
ferroviarios, el metro, las vías marítimas, los cuales utilizan menos energía,
son menos contaminantes y más asequibles a toda población.
Esa condición permitirá
desarrollar políticas de agrocombustibles más racionales y que impidan que
amplias extensiones de tierra sean desplazadas de la producción de alimentos
para la producción de combustibles para uso en automóviles individuales, como
es la actual propuesta del etanol y del biodiesel.
17.
Educación en el campo, para todos.
Asegurar la
implementación de un amplio programa de escolarización en el medio rural,
adecuado a la realidad de cada región, que busque elevar el nivel de
consciencia social de los campesinos y de las campesinas, universalizar el
acceso de los jóvenes a todos los niveles de escolarización y, en especial, a
la enseñanza secundaria y superior.
Desarrollar una campaña
masiva de alfabetización de todos los adultos.
Los programas de acceso
de los jóvenes a la universidad deben estar combinados con la vivienda en el
medio rural, y realizados en la forma de alternancia, combinando teoría y
práctica, para evitar que la enseñanza superior sea un estimulo al éxodo rural. Al contrario debemos estimular que los
jóvenes puedan aplicar los conocimientos de la universidad en sus comunidades
rurales.
18.
Cambiar los actuales acuerdos internacionales
de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), de la Unión Europea-Mercosur ,
que son convenciones y conferencias en el ámbito de Naciones Unidas, que
defienden sólo los intereses del capital internacional, del libre comercio, en
detrimento de los campesinos y de los intereses de los pueblos del sur.
Los actuales acuerdos
reflejan sólo necesidades de acumulación y control del capital sobre la
producción de mercancías y sobre el comercio mundial. Y son realizados por gobiernos que
representan sólo los intereses del capital.
Es necesario romper con esas imposiciones ilegítimas, y crear un nuevo
marco de representación internacional, donde se asegure la representación y los
intereses de los pueblos.
19.
Adoptar la producción de celulosa y papel en escalas industriales menores,
buscando alcanzar las necesidades de las poblaciones locales, y evitando el
monocultivo extensivo, de grandes plantaciones monocultoras de árboles, que
desequilibran el medioambiente.
20.
Desarrollo de políticas para mejorar las condiciones de vida
en los pueblos y comunidades rurales, garantizando acceso a energía eléctrica,
al transporte y a condiciones de vivienda adecuadas a su micro-clima.
21.
Estimular que todas las relaciones sociales de nuestras sociedades deben basarse
en el cultivo de valores, los cuales la humanidad viene construyendo a lo largo
de milenios, como la solidaridad, la justicia social y la igualdad. Esos valores
no son sólo declaraciones de principios, sino deben orientar nuestro
comportamiento cotidiano, en nuestros movimientos, en nuestras organizaciones,
en los regímenes políticos y Estados. La
sociedad sólo tendrá un futuro si cultiva los valores históricos humanistas y
socialistas. ¡Todas las demás sociedades
basadas en el individualismo están condenadas al fracaso!
22.
Defender y valorizar los hábitos culturales de cada pueblo y comunidad,
como una resistencia político-cultural frente a la estandarización que el
capital impone.
IV.
DESAFÍOS POLÍTICOS Y ORGANIZATIVOS DE LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS DE AMÉRICA
LATINA
El advenimiento de la
nueva fase del capitalismo, con la cual sus empresas y corporaciones se
internacionalizaron, trajo como contradicción obligó a los movimientos
campesinos, en general más preocupados con temas locales y nacionales, a internacionalizarse. Así, desde la década de 1990, se
multiplicaron iniciativas y articulaciones internacionales entre los más
diferentes movimientos campesinos del mundo.
Y de esas articulaciones
resultaron la formación de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones
del Campo así como otras iniciativas semejantes en Europa, África y Asia. Y de ellas nació, entonces, La Vía Campesina
como una articulación internacional de intercambio de experiencias, unidad,
principios, debates de ideas y de construcción de movilizaciones conjuntas,
para enfrentar enemigos comunes a nivel internacional, como son las empresas
transnacionales, las semillas transgénicas, los acuerdos internacionales (OMC,
Banco Mundial) que sólo interesan al capital y son utilizados contra los
campesinos.
De todo ese intercambio
y reflexiones colectivas y de las experiencias que se fueron acumulando en los
encuentros bilaterales y en las Conferencias Internacionales, podemos recoger
la síntesis de cuáles son los principales desafíos que hoy enfrenta el
movimiento campesino a nivel internacional, y en especial de América Latina, es
decir, que son comunes a todos los países, pero que necesitan ser enfrentados a
nivel nacional, por nuestros propios movimientos:
1.
Transformar la lucha por la tierra, en lucha por el territorio.
La lucha por la tierra
no es más sólo la lucha por un espacio de trabajo, de producción para la
supervivencia y reproducción de la familia campesina. La lucha por la tierra
necesita ser enfrentada como una necesidad colectiva, de todas las comunidades
en la defensa del territorio. Ahora, se
trata más que de una necesidad individual y familiar de los campesinos que no
tenía tierra para trabajar para sí, en una necesidad de resistencia de toda la
comunidad campesina. Una necesidad de la
clase campesina de defender su espacio territorial frente a los intereses del
capital, para poder sobrevivir y resistir como clase. Antes, la disputa por la tierra era sólo para
librarse de la renta de la tierra y de la explotación del trabajo que los
campesinos sin-tierra sufrían del latifundista y de los grandes propietarios de
la tierra. Hoy, la tierra es disputada
por el capital, para controlar las semillas, el agua, la biodiversidad, la
minería, los ríos y la producción de mercancías agrícolas en general.
Así, ¡la lucha por la
reforma agraria debe ser llevada adelante por todas las categorías de
campesinos y campesinas y de trabajadores y trabajadoras del campo, y no sólo
por los sin-tierra!
2.
Construir un nuevo modelo de producción agrícola controlado por los
trabajadores y campesinos.
Los campesinos están
acostumbrados históricamente a defender sólo sus intereses inmediatos. Y por eso luchan para tener tierra, luchan
por mejores precios, luchan por mejores condiciones de vida en sus comunidades
como la conquista de la luz eléctrica, de mejores carreteras, de escuelas y
servicios públicos.
Ahora que está en disputa
dos modelos de producción agrícola, ¿cómo vamos a utilizar nuestras tierras y
territorios? ¿Si ellos sirvieron para acumulación del capital de algunas
empresas que los usan sólo para producir mercancías y tener lucros con la
naturaleza hoy vamos a darles una función social, que interesa a los que viven
en el medio rural y a toda la sociedad? Por lo tanto, se puede ver que está en
disputa dos modelos de ocupación y utilización de las tierras y de los
territorios. Y ellos son incompatibles.
Estamos conscientes que
el modelo de dominio del capital sobre la producción y la naturaleza pone en
peligro la propia supervivencia de la biodiversidad, de la naturaleza y de los
seres humanos, pues es una forma predatoria e irresponsable socialmente que
reconoce sólo el lucro fácil y rápido. Y traerá graves consecuencias para el
equilibrio del medio ambiente y para la salud de las personas. Por lo tanto, es una imperativo, una
necesidad que derrotemos el proyecto del capital para la agricultura.
3.
Enfrentar los intereses de las empresas transnacionales y sus mecanismos de
control.
Anteriormente, durante
la fase del capitalismo mercantil e industrial sobre las comunidades rurales,
los enemigos principales de los campesinos aparecían como los grandes
propietarios de tierra, las oligarquías locales y los comerciantes acaparadores,
que explotaban a los campesinos y los impedían de reproducirse como clase. Ahora, hay una nueva clase de enemigos
comunes de la clase campesina en todos los países: son las grandes
corporaciones transnacionales que controlan territorios, producción,
tecnología, insumos, precios y el mercado mundial de las mercancías agrícolas. Y esas empresas actúan en sociedad y
financiadas por el capital financiero. Por
lo tanto, el nuevo y poderoso enemigo común de todos los campesinos y
campesinas del mundo se amplió. Los campesinos y campesinas necesitan
identificarlos y actuar para impedir su avance, como una condición de
supervivencia como clase y como condición para mejorar sus condiciones de vida.
4.
Construir una nueva matriz tecnológica basada en la agroecología.
Durante el siglo XX los
campesinos en general fueron engañados por la campaña intensiva del capital
industrial de que la única forma de aumentar la productividad del trabajo y de
las áreas cultivadas sería la utilización intensiva de los insumos producidos
por la industria: máquinas, adobos químicos, fertilizantes en general y los agro
tóxicos. Durante todo siglo se
desarrolló entonces esa matriz de producción basada en productos químicos de la
industria y maquinaria en escalas cada vez mayores.
Muchos campesinos se
ilusionaron y pasaron a adoptarla. No percibieron de que adoptar la matriz
tecnológica del capital, sería, más allá que trabajar para pagarlos,
equipararse a los hacendados capitalistas. Y al equipararse a los métodos
productivos de ellos, no tendrían condiciones de competir en escala con los
capitalistas. Y por eso se registraron perjuicios,
quiebras y pérdida de la tierra por parte de millones de familias de
campesinos, en todo el mundo.
Los campesinos necesitan
urgentemente, en todos los países desarrollar un nuevo padrón, una nueva matriz
tecnológica de producción agrícola. Una matriz que posibilite aumentar la
productividad de su trabajo y aumentar la productividad de las labranzas
cultivadas, pero en equilibrio con el medioambiente, para que se produzca más
pero de forma saludable. Y esa matriz
tecnológica, se resume en las técnicas aglutinadas por la agroecología.
Pero para eso
necesitamos un enorme esfuerzo para recoger las prácticas y conocimientos de la
sabiduría popular existentes hace décadas, y trasmitidas de generación en generación
en nuestras comunidades. Necesitamos sistematizar esos conocimientos
científicos, aglutinarlos y desarrollar los cursos superiores de agronomía
basados en la agroecología. La mayoría
de las universidades y facultades de agronomía son dominadas por los intereses
del capital y por ello desdeñan la agroecología como un ramo de la ciencia
importantísimo. Cabe, pues a los campesinos y sus organizaciones recuperar y
sistematizar esos conocimientos y organizar cursos superiores de agroecología
en todos los países, para fundamentar científicamente una nueva matriz
productiva, que interese a los campesinos, al equilibrio del medio ambiente y a
toda la sociedad.
De ahí la importancia de
los esfuerzos que La Vía
Campesina está realizado en todo el mundo, y, en particular
en América Latina, en colaboración con diversos gobiernos progresistas y con profesores
universitarios conscientes para organizar y multiplicar los cursos de
agroecología en nuestras universidades asequibles a los jóvenes campesinos. Y a
nivel continental articularlos en la red de Institutos Latinoamericanos de
Agroecología - el IALA. Debemos
desarrollar esfuerzos para que en cada biomasa de nuestros países y regiones
tengamos cursos de agroecología que preparen agrónomos y sistematicen matrices
de producción adaptadas a cada uno de ellos.
Y a partir de esa nueva
red de conocimiento y de apropiación de técnicas de producción de la
agroecología aplicarlas en los programas de fomento rural y de asistencia
técnica. En ese sentido, es muy importante
la experiencia que los campesinos cubanos desarrollaron de la metodología de
difusión de técnicas y conocimiento llamada “Campesino a Campesino” en que los
propios liderazgos campesinos son estimulados y se crean condiciones para que
ellos repartan los conocimientos y experiencias con campesinos y campesinas de
otras regiones.
Hay que, desarrollar
también nuevos métodos de difusión de las técnicas agroecológicas.
5.
Implantar y garantizar escuelas en el campo, en todos los niveles.
El acceso al
conocimiento es tan importante cuanto tener tierra, controlar el territorio y
producir mercancías. El conocimiento es
el único que libera verdaderamente a las personas. Conocimiento es cultura, es saber acumulado,
es la ciencia que la humanidad va acumulando para entender y transformar el
mundo.
Por eso es
fundamental que los movimientos campesinos y las poblaciones que viven en el medio
rural tengan acceso al conocimiento. Pero el conocimiento es dictado en
nuestras sociedades por los libros y por las escuelas.
Para cambiar
eso, los movimientos campesinos necesitan transformar las escuelas en
territorios ideológicos de clase; incorporar en sus programas de lucha, la
conquista de escuelas en todos los niveles, para jóvenes y adultos. Sea en la enseñanza fundamental (hasta la
octava serie), sea en la enseñanza media hasta la enseñanza superior
(universitaria). Las escuelas necesitan
estar en donde el pueblo vive. Debemos
impedir los programas que desplazan a nuestros jóvenes y niños hacia la ciudad,
como defienden muchos gobiernos, que va rompiendo las raíces del medio rural e
imponiendo enormes sacrificios y va enajenando a la juventud de su medio y su
clase social.
Necesitamos
luchar para que los programas y libros en todos los niveles de enseñanza estén
adecuados a las necesidades de nuestros pueblos.
Necesitamos
luchar para que los profesores y educadores estén en sintonía con los intereses
del pueblo.
Necesitamos
luchar para que toda la enseñanza en el medio rural y en la sociedad sea
pública y gratuita, que sea asumido como un deber del estado y un derecho de la
población.
6. Desarrollar procesos permanentes de formación
de la base, de militantes y de cuadros dirigentes
Los
movimientos campesinos necesitan urgentemente poner todas las energías posibles,
de recursos humanos, económicos y materiales para crear las condiciones
necesarias para el desarrollo de programas de formación. Formación significa
tener consciencia de clase combinada con conocimientos científicos.
Los programas
de formación son los que ayudan a utilizar los conocimientos científicos
desarrollados por la humanidad para ayudarnos a interpretar la realidad que
vivimos y poder transformarla. Sin
conocimiento científico y sin estudio seria imposible que los campesinos
interpreten la realidad y puedan transformarla de una forma correcta.
Para tanto,
es necesario desarrollar la formación en los diferentes niveles:
a) La formación de masas, que es hecha con toda
base social, con todos los rangos de edad y de inserción organizativa. En general,
la formación de masa se da a través de la praxis concreta, de las
movilizaciones y las formas de luchas masivas, pero también a través de los
medios de comunicación de masas. Además se puede utilizar las expresiones
culturales como el teatro, la música, pinturas, etc., para la formación de masas.
b) La
formación en pequeños núcleos de base organizada. Es la formación de base.
c) La
formación de militantes destinada en especial a los jóvenes, para prepararlos,
como agentes activos y multiplicadores de ideales, programas y acciones. Los
militantes son los que componen el organismo activo de nuestros movimientos.
d) La
formación de dirigentes que exige un nivel de conocimientos científico todavía
más elevados y complejos en la actual situación de la lucha entre modelos.
e) Para
desarrollar esos diversos niveles de formación, es necesario que utilicemos las
más diferentes formas y métodos de acuerdo con la cultura y la idiosincrasia de
cada región y de cada pueblo.
7. Desarrollar los medios de comunicación de
masas propios.
La lucha de
clases en la actual fase del capitalismo financiero y globalizado está envuelta
cada vez más por la utilización de medios de comunicación de masas. La clase
dominante de nuestros países y a nivel internacional tiene la hegemonía
completa de los grandes medios, como la televisión, las agencias de noticias,
las radios, los periódicos y revistas. Y los utiliza para reproducir sus ideas,
su ideología, su programa y su proyecto de sociedad; los utiliza para luchar contra
la clase trabajadora, para difundir mentiras y manipular el pensamiento de las
masas, cooptando y manipulando las masas trabajadores del campo y de la ciudad
con esos instrumentos.
Es
fundamental, pues, que todos los movimientos de trabajadores y también los
movimientos campesinos desarrollemos medios de comunicación propios. No podemos
ilusionarnos en hablar con la lengua de los otros, o de la clase dominante.
Aunque en
condiciones económicas y tecnológicas adversas, es fundamental que desarrollemos
y que tengamos bajo nuestro control los más diferentes medios de comunicación
con el pueblo, desde los boletines locales, las radios comunitarias, los
programas de televisión, periódicos, etc.
También
debemos desarrollar las formas conspirativas, como son los graffiti, los
altoparlantes, etc. Que dialoguen con la población; utilizar todas las formas
de expresión cultural: teatro, música, etc., como formas de comunicación para
las masas, con nuestras ideas y programas.
8. Potenciar las luchas sociales de masas
La fuerza de
las organizaciones campesinas no se mide por sus programas o por la justeza de
sus propuestas e ideas. La fuerza de los
campesinos se mide por la capacidad que tengan para reunir mucha gente,
alrededor de los mismos objetivos. Juntar número de personas y juntar mucha
gente es hacer lucha de masas.
Nuestros
enemigos son cada vez más poderosos. Ahora
no enfrentamos sólo a las oligarquías rurales y latifundistas retrasadas. Ahora enfrentamos también al gran capital
internacional, sus corporaciones, bancos y sus gobiernos títeres, cuando
defienden sus intereses. Para hacer
frente a esos poderosos intereses y a la fuerza económica concentrada por el
capital, solamente será posible con una gran fuerza de las masas.
Por eso, los
movimientos campesinos necesitan más que nunca desarrollar nuevas metodologías
de organización de base, de trabajo de base, que consigan aglutinar el mayor
número posible de familias. Además, conscientizarlos sobre la necesidad de la lucha
de masas.
Sólo la lucha
de masas podrá hacer frente al capital, frenar su ofensiva sobre nuestros
territorios y arrancar conquistas de mejores de condiciones de vida para el
pueblo. Las reuniones,
audiencias, negociaciones y representaciones son útiles, pero serán ineficaces
si no se respaldan en la fuerza de las masas movilizadas.
Y en cada
país, debemos descubrir y desarrollar las innumerables formas de movilización y
de lucha de masas, que representen acumulación de fuerza y de organización para
defender los intereses de la clase campesina y conseguir construir un nuevo
modelo de producción agrícola que interese a toda sociedad.
9. Construir alianzas nacionales con todas las
categorías de trabajadores del campo, campesinos y poblaciones que viven en el medio
rural.
En todos los
países hay una enorme diversidad de categorías de campesinos y de trabajadores
rurales que viven en el medio rural. Esta
diversidad es resultado del propio desarrollo diferenciado del capitalismo en
cada región, de cada país, que va reproduciendo relaciones sociales diferentes
y más complejas. Así, en la mayoría de
nuestros países, tenemos campesinos que se las arreglan, campesinos con tierra
pero pobres; campesinos sin tierra y asalariados rurales con empleo fijo. Hay asalariados rurales temporales,
estacionales, y tenemos también segmentos más grandes de trabajadores
sub-proletarios y hasta lumpen. Tenemos
un enorme desafío de descubrir las necesidades comunes de esas diferentes
categorías sociales que hay en la población y que viven en el medio rural, y
aglutinarlos para el desarrollo de alianzas alrededor de programas y formas de
lucha comunes.
Un segmento de
campesinos, por más aguerrido y radical que quiera ser, no tendrá fuerza
suficiente para enfrentar la fuerza de los enemigos. Debemos tener siempre
presente que el desafío mayor es aglutinar fuerza social. Y fuerza social es el número de personas
organizadas alrededor de un mismo objetivo.
Y en muchos países,
existe igualmente la necesidad de construir alianzas con otros sectores
sociales que viven en el medio rural, pero que no se identifican como las
categorías sociales del capitalismo: como son los pueblos indígenas, las
comunidades nativas, los afrodescendientes, las poblaciones ribereñas,
pescadores, etc.
10. Construir alianzas con los trabajadores de
la ciudad.
Los cambios
sociales en nuestros países, solamente serán posibles y viables cuando
consigamos construir un gran movimiento de masas que aglutine toda población
trabajadora del campo y de la ciudad.
Ninguna
fuerza social hará los cambios necesarios para toda la sociedad, sola. Es necesario construir una gran alianza
nacional entre toda la clase trabajadora y de poblaciones explotadas y
oprimidas.
Hay dos
formas clásicas de ir construyendo esa grande y necesaria alianza:
a) A través del desarrollo de luchas comunes
alrededor de temas que interesan a todos. Ejemplo: los temas de la jornada de trabajo, educación,
empleo, renta, servicios públicos, salud pública, agro tóxicos, medio ambiente,
son temas que afectan a toda la población.
Y por lo tanto se puede desarrollar formas de luchas alrededor de estos
temas para aglutinar a las masas.
b) A través de la construcción de un programa
nacional, que represente un proyecto político
unitario, de la clase trabajadora y de la población para el país.
Por lo tanto,
los movimientos campesinos debemos tener consciencia de esa necesidad, romper
con el corporativismo y el sectarismo de sólo trabajar en las cuestiones
agrarias, para que nos sumemos con otras categorías de la clase trabajadora y
de la población que viven en la ciudad, y construyamos un amplio movimiento que
logre tener fuerzas suficientes para implementar un nuevo programa de cambios
socio-económicas estructurales.
Los
campesinos cada vez más de las alianzas con la ciudad, para poder defenderse de
la explotación y la expoliación que sufren en el medio rural. Y ese es un reto enorme: romper las barreras
que separan a los que viven en el campo, con los que viven en la ciudad, y
crear lazos comunes de objetivos, programas y de formas de lucha.
11. Articular movilizaciones conjuntas a nivel
internacional, contra los mismos enemigos
Si los
enemigos de clase están articulados a nivel internacional, a través de sus
bancos, de las corporaciones y de los acuerdos internacionales, es necesario
entonces que los movimientos campesinos desarrollen ahora, formas de
articulación y luchas de masas a nivel internacional.
¿Cómo
enfrentar los precios y control de mercado de los granos, si hoy estan dominados
por cinco o seis empresas transnacionales en todo el mundo, como la Monsanto , Cargill,
Bungue, ADM, Dreyfuss?
¿Cómo
enfrentar el tema de los agrotóxicos, si la tecnología y el control del mercado
son hechos por sólo algunas empresas internacionales que nos dominan en todos
los países, como Bayer, Basf, Syngenta,
Monsanto, Shell química, etc.?
¿Cómo
desarrollar un nuevo modelo de producción de lácteos, si algunas empresas como
Nestlé, Parmalat, Danone, controlan el mercado mundial?
¿Cómo defender nuestras reservas de agua potable si
algunas empresas quieren controlarla en todo el mundo como Nestlé, Coca-cola,
Pepsicola, la Suez ,
etc.?
¿Cómo luchar contra la privatización de la
propiedad de nuestras semillas, cómo luchar en contra de las modificaciones
genéticas que eliminan la biodiversidad, si esas prácticas son controladas sólo
por algunas empresas de semillas transgénicas en todo el mundo?
¿Cómo
enfrentar el avance del monocultivo de eucalipto, pino, si un pequeño grupo de
empresas de la celulosa, como Stora Enso, Botnia, International Paper, dominan
el mercado mundial?
De esta
manera, nos damos cuenta de que los movimientos campesinos necesitan
desarrollar cada vez más estrategias y formas de luchas internacionales.
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